Pere Pruna
Promoción de la obra del pintor Pere Pruna (Capilla de San Fernando de Mongofre)
Fernando Rubió conoció a Pere Pruna O’Cerans cuando los dos estudiaban en París.
La formación de Pruna consistía principalmente en absorber todo lo que podía de los ambientes artísticos e intelectuales de la capital francesa, donde conoció y trató ampliamente con Picasso, Jean Cocteau, Sert, etc. Tuvo un éxito internacional importante con exposiciones en Londres, Chicago y Barcelona.
Fernando Rubió, avanzaba en sus negocios farmacéuticos, le encargó varios retratos a lo largo de la década de los años 30: de su mujer Mercè Boada; su hijo mayor Fernando Rubió Boada; de su yate “Mercedes”; de él mismo. Fernando Rubió inició así su mecenazgo Pere Pruna. Este se reinició con fuerza después de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial.
La Capilla de las Mares Reparadores (Barcelona) construida en 1928 por el arquitecto Enric Sagnier Villavecchia fue incendiada durante la Guerra Civil y reconstruida posteriormente gracias al mecenazgo de Fernando Rubió Tudurí. Pere Pruna fue el encargado de la espléndida decoración dedicada a la Eucaristía, realizada entre 1952-1954.
Dos años después, Pere Pruna se encargó de la decoración del fresco de la Capilla de San Fernando, en la finca menorquina Mongofre Nou, propiedad de Fernando Rubió Tudurí. Hasta la muerte de Pruna en 1977, fue constante el apoyo que le dio Fernando.